Para toda futura mamá, el momento en que siente por primera vez los suaves movimientos de su bebé es una experiencia inolvidable. Estos primeros movimientos suaves no sólo son una señal del crecimiento sano del bebé, sino que también favorecen la conexión emocional entre madre e hijo.
El momento en que pueden percibirse estos primeros movimientos varía mucho de una mujer a otra. Uno de los motivos es la distinta sensibilidad de los músculos uterinos. Las primerizas, en particular, suelen sentir los primeros empujones suaves del bebé entre las semanas 20 y 24 de embarazo.
Hay varios factores que influyen en la intensidad de estos movimientos:
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La posición de la placenta desempeña un papel importante. Con una placenta anterior, por ejemplo, puede ser más difícil sentir las patadas.
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La posición del bebé también influye. Si los pies y las manos del bebé apuntan hacia la pared abdominal, los movimientos pueden percibirse más claramente.
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La cantidad de líquido amniótico también influye. Si el volumen de líquido amniótico es mayor, los movimientos pueden ser más débiles.
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Para momentos inolvidables con su hijo
Curiosamente, el bebé empieza a moverse a partir de la 6ª semana de embarazo. Sin embargo, estos primeros movimientos son tan delicados que no pueden percibirse en esta fase tan temprana, ya que el embrión es todavía muy pequeño en este momento.
3. placenta anterior - cuando la embarazada percibe los movimientos del bebé más tarde:
Si el óvulo anida en el útero en la llamada pared anterior, es decir, donde se encuentra la placenta de la pared anterior, es posible que percibas los movimientos de tu bebé más tarde y con menos intensidad. Esto se debe a la posición específica, que hace que los movimientos sean más suaves y menos perceptibles, como si estuvieran amortiguados. No obstante, esta posición de la placenta es totalmente inofensiva para el desarrollo del bebé. Un consejo útil: La posición exacta de la placenta figura en tu historial de maternidad, concretamente en la página 10, bajo el epígrafe Localización/estructura de la placenta. Si tienes dudas o preguntas, tu ginecólogo estará encantado de ayudarte.
4 Los primeros movimientos de tu hijo: Lo que ocurre en el útero
La percepción de los primeros movimientos de tu bebé en el útero es única para cada embarazada. Al principio, no se sienten sacudidas ni movimientos fuertes. Muchas futuras mamás comparan estas primeras y tiernas señales con la sensación de un suave gorgoteo, un suave burbujeo o el estallido de diminutas pompas de jabón, similar al ligero aleteo de las alas de una mariposa. Puede que incluso sientas como si tu bebé te hiciera cosquillas suavemente. Con el tiempo, a medida que se desarrollen los brazos y las piernas del bebé, estos movimientos se irán acentuando hasta que finalmente también pueda mover la cabeza.
Justo antes del parto, la actividad del bebé puede aumentar hasta el punto de que el vientre se abombe y se mueva visiblemente, algo que incluso el padre puede sentir fácilmente.
Mientras haya espacio suficiente en el útero, el bebé girará y se estirará con regularidad. Sin embargo, a medida que el bebé crece y aumenta de tamaño, el espacio disponible se estrecha. Entonces es difícil que se estire mucho. En su lugar, el bebé muestra su presencia dando patadas con los brazos o las piernas, lo que suele ocurrir a partir de la semana 30 de embarazo.
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5. movimientos del bebé: Intensidad y frecuencia
En las primeras 20 semanas de embarazo, muchas mujeres aún no sienten los movimientos de su bebé por nacer. Pero a partir del segundo trimestre, el bebé se pone realmente en marcha en el vientre materno: se estira y gira, lo que supone momentos muy emocionantes para la futura mamá. Las patadas, de suaves a fuertes, pueden interpretarse como cariñosos mensajes de la criaturita. En el tercer trimestre, la actividad suele disminuir a medida que se estrecha el espacio en el útero. Además, los bebés pasan hasta 20 horas al día durmiendo y, por tanto, son menos activos.
Especialistas como matronas y ginecólogos aconsejan no obsesionarse demasiado con la intensidad de los movimientos del bebé. Puede ser difícil no preocuparse, sobre todo si los movimientos del bebé son menores o diferentes de lo esperado. Si nota una disminución significativa de los movimientos o éstos cesan por completo, es aconsejable acudir al médico.
En ocasiones, los movimientos del bebé también pueden percibirse como incómodos, lo que está relacionado con la dirección de los pujos y la disminución de la cantidad de líquido amniótico.
6 Iniciar los movimientos del bebé
A menudo basta con medidas sencillas para motivar al bebé a moverse. Intenta hablarle con voz suave o cantarle una canción: a menudo funciona de maravilla. Acariciarte suavemente la barriguita también puede estimular los movimientos del bebé. El bebé también puede activarse por tus hábitos de comer y beber, ya que los ruidos intestinales suelen despertarle.
Si cambias de postura, ya sea sentada o tumbada, también puedes provocar sus movimientos.
Curiosamente, tu bebé percibe tus estados emocionales. Puede ser que reaccione a tu estrés con suaves golpes.
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